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¿Qué significa ser asertivo?

La asertividad es el estilo comunicativo, tanto a nivel verbal como noasertividad verbal, mediante el cual somos capaces de expresar nuestra opinión, sentimientos o emociones, así como defender nuestros derechos, sin herir ni perjudicar a nadie, y sin someternos a la voluntad de los demás. Una persona asertiva sabe, además, hacer y recibir cumplidos y quejas.

Se encuentra a caballo entre un estilo comunicativo agresivo en el que , por ejemplo, no se usa un tono de voz adecuado, o se impone nuestro criterio, y un estilo de comunicación inhibido o pasivo, en el cual la persona no se expresa por miedo a molestar o a que sea juzgado negativamente.

La asertividad no es un factor innato del individuo, sino una habilidad social aprendida y por tanto modificable. Está relacionada con el grado de madurez de la persona, y muy directamente con la autoestima, pues un estilo de comunicación asertivo es la mayoría de las veces reflejo de confianza en uno mismo y de autocontrol, más que del estado emocional ligado al momento o situación.

La asertividad es un factor clave en las relaciones interpersonales, tanto de la vida personal como laboral, y en el día a día se dan multitud de situaciones en las que se pone a prueba la asertividad personal. Un déficit asertivo, ya sea por exceso (agresividad comunicativa) o por defecto (inhibición o pasividad), puede ocasionarnos frustraciones e insatisfacción.

Cuando una persona consigue ser asertiva, refuerza su imagen a nivel social y la confianza en sí mismo, de forma que la consecución de sus objetivos a través de las relaciones interpersonales le resultará más fácil al estar estas basadas en el respeto mutuo.

 Una situación típica que suele requerir de nosotros un estilo asertivo es cuando estamos esperando una cola y alguien se nos cuela, o cuando un comercial intenta vendernos algo que no nos interesa.

Algunas claves para desarrollar la asertividad:

  1. Utiliza un tono de voz adecuado. Un tono demasiado agresivo o inhibido quedaría, como se ha explicado anteriormente, fuera del estilo asertivo.
  2. Mantén el contacto ocular, pero no de una manera desafiante.
  3. Valora la situación así como la idoneidad de una respuesta asertiva. Quizá no sería muy apropiado emplear todas nuestras estrategias asertivas si, por ejemplo, estamos siendo víctimas de un atraco.
  4. No seas impulsivo al lanzar tu mensaje, no te dejes llevar por las emociones derivadas de la situación, intenta ser racional.
  5. Escoge mensajes directos y concisos.
  6. Utiliza la primera persona para expresarte: «yo creo», «yo pienso».
  7. Escucha activamente a tu interlocutor.
  8. Expresa tu opinión y tus deseos.
  9. Aprende a decir «no» cuando algo no te interese o cuando no estés disponible.
  10. Realiza críticas constructivas, no destructivas. Así mismo, aprende a recibirlas, asume tus errores sin permitir que nadie te juzgue por ellos.

 ¿Quieres conocer tu grado de asertividad? Contesta el siguiente cuestionario

1. En una reunión difícil, cuando la tensión está muy alta, soy capaz de exponer mi punto de vista con seguridad en mí mismo.

 
 
 
 

2. Si me siento inseguro de algo, pido ayuda sin ningún problema.

 
 
 
 

3. Si alguien me trata de forma injusta y agresiva, sé controlar la situación con seguridad en mí mismo.

 
 
 
 

4. Cuando alguien está siendo sarcástico a mis expensas o a expensas de los demás, me siento capaz de exponer mi opinión sin alterarme.

 
 
 
 

5. Si me tratan con desprecio o condescendencia, me defiendo con franqueza sin recurrir a la agresividad.

 
 
 
 

6. Si tengo motivos para creer que están abusando de mí, lo hago notar sin poner cara larga ni disgustarme.

 
 
 
 

7. Cuando alguien me pide permiso para hacer algo que prefiero que no haga, como por ejemplo fumar, digo que no sin sentirme culpable.

 
 
 
 

8. Si alguien pide mi opinión sobre algo, me siento lo bastante tranquilo para darla, aun cuando sé que mi opinión no va a ser bien recibida.

 
 
 
 

9. Trato con mis superiores con facilidad y de forma efectiva.

 
 
 
 

10. Si me venden un producto defectuoso o de mala calidad en una tienda o en un restaurante, reclamo mis derechos sin atacar a la otra persona.

 
 
 
 

11. Cuando tengo en perspectiva una oportunidad importante, hablo por mí mismo.

 
 
 
 

12. Cuando veo que un asunto no marcha bien, actúo con antelación, antes de que se convierta en un desastre potencial.

 
 
 
 

13. Cuando tengo que dar una mala noticia, lo hago sin ponerme nervioso ni preocuparme en exceso.

 
 
 
 

14. Si necesito algo, lo pido con franqueza y sin rodeos.

 
 
 
 

15. Cuando alguien no escucha lo que tengo que decir, le hago ver mi punto de vista sin ser estridente ni compadecerme de mí mismo.

 
 
 
 

16. Cuando alguien me malinterpreta, se lo hago notar sin sentirme culpable y sin que la otra persona se sienta humillada.

 
 
 
 

17. Cuando no comparto la opinión de la mayoría, expongo mi punto de vista sin pedir disculpas ni ser autoritario.

 
 
 
 

18. Acepto las críticas con buen humor.

 
 
 
 

19. Sé hacer un cumplido sin sentirme violento o que suene a “hacer la pelota”.

 
 
 
 

20. Cuando me enfado, soy capaz de expresar mi punto de vista sin sentar juicio ni sentirme defraudado conmigo mismo.

 
 
 
 

Autoestima en niños

Autoestima en niños.

  • ¿Qué es?
  • ¿Influye en el desarrollo social y de la personalidad del niño?autoestima en niños
  • ¿Cómo puedo fomentar la autoestima de mi hijo?

En general, la autoestima se define como la valoración afectiva del concepto que tenemos sobre nosotros mismos. En los niños, el proceso de formación del autoconcepto empieza alrededor de los dos años, y a su vez, el desarrollo de la autoestima.

¿Pero por qué es importante la autoestima en niños? Pues sencillamente porque va a constituir la base desde la cual se determinarán por ejemplo, las relaciones familiares y sociales, el éxito escolar, y la salud mental en su concepto más general.

Uno de los factores más importantes que  determinan un desarrollo óptimo de la autoestima, es la actitud y pautas de crianza y educación por parte de los padres. Esto es así por la importancia que tiene la aceptación y calidad del trato que las personas más significativas dispensan al niño, y estas personas suelen ser los padres; además esta influencia es determinante en todas las etapas evolutivas, desde el nacimiento hasta la adolescencia.

A partir del comienzo de la etapa escolar, entra en juego otro factor determinante como es la relación con los iguales (amigos, compañeros de clase, etc.), y más adelante la historia personal de éxitos y fracasos.

Como padres, o en cualquier caso, como adultos significativos o educadores, podemos fomentar la autoestima en niños:

  • Mostrando nuestro afecto de forma frecuente e incondicional. Si un niño percibe que se le trata con afecto y respeto, y que se le acepta tal y como es, le resultará fácil formarse una idea positiva de sí mismo.
  • Estableciendo normas razonables y consistentes, aunque con cierta flexibilidad. Al contrario de lo que pueda parecer, un estilo educativo firme enmarcado en una relación afectuosa, da sensación de seguridad y de control al niño, pues percibe un entorno estable y predecible, que le facilita el autocontrol y la adaptación a dicho entorno.
  • Es importante también, exigir al niño ciertas responsabilidades acordes a su nivel de competencia, que le requieran cierto esfuerzo.
  • Ante conductas inapropiadas, hacer uso del razonamiento más que de la autoridad o el estatus de padres, y anteponer la retirada de privilegios al castigo.
  • Contar con la opinión de los pequeños, permitirles que se expresen. Un estilo de crianza democrático está relacionado con una alta autoestima en niños.

«El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices»

Oscar Wilde